Esta semana nos hemos propuesto dar visibilidad a uno de los sectores más castigados de la pandemia, el de la educación. Un sector que recientemente ha celebrado el Día Internacional de la Educación, concretamente el 24 de enero. La finalidad es garantizar el derecho a la educación en todo el mundo y reconocer la labor educativa. «Cambiar el rumbo, transformar la educación», es el lema de este 2022.

La educación es un derecho universal

El último informe de la UNESCO, «Estado la crisis educativa mundial: un camino hacia la recuperación«, publicado en diciembre, constata que el sector educativo vive “la peor crisis educativa de la que se tiene constancia”. ¿El motivo? El parón mundial que sufrió el sector educativo por la pandemia de COVID-19.

Se calcula que más de 635 millones de estudiantes de todo el mundo siguen afectados por el cierre total o parcial de las escuelas a causa de la pandemia COVID-19. «Una pérdida casi insuperable», según Robert Jenkins, responsable de Educación de Unicef. Por ejemplo, antes de la pandemia COVID-19, el 50% de menores de 10 años tenían problemas para leer o comprender el texto y ahora ya son más del 70%.

Precisamente, la mayoría de países tomaron la misma medida: cerrar los centros de enseñanza a todos los niveles. Los costes han sido enormes y los mayores afectados, los niños. Según la UNESCO, gran parte de los niños han perdido la mayor parte e incluso la totalidad de lo que tendrían que haber aprendido en la escuela. Afortunadamente, las cosas han cambiado y ahora se aboga por mantener las escuelas abiertas puesto que la educación es un derecho universal. «Aunque las interrupciones en el aprendizaje se acabarán, la simple reapertura de las escuelas no es suficiente», apunta Unicef.

Soluciones exclusivas para educación

Desde el inicio de la pandemia, en 2020, muchos niños y niñas han tenido que superar todo tipo de retos. Hablamos tanto de la infancia en países del tercer mundo como los de países totalmente desarrollados. También se ha hecho evidente las dificultades para estudiar, asistir a clase virtual o estudiar sin libros. Los alumnos necesitan recuperar el tiempo perdido, así como las habilidades básicas de matemáticas, lectura y escritura.

«En Iberent contamos con un amplio abanico de soluciones de renting para escuelas. En función de las necesidades que presentan, adaptamos nuestro renting», explica Isabel Ramiro, Responsable de Ventas de Iberent Technology.

Trabajamos tanto con escuelas públicas, como con concertadas y privadas. La idea es democratizar la enseñanza y hacerla accesible con la tecnología más adecuada en renting. Actualmente, el producto estrella es el iPad, seguido del Chromebook.