El interés por la economía circular, como modelo económico respetuoso con el medio ambiente y de optimización de recursos, ha aumentado significativamente en la última década. Como consecuencia, estamos viviendo toda una revolución en la forma de consumir priorizando los servicios, frente a los productos.
La tecnología está acelerando la transición hacia una economía circular más eficiente en el uso de los recursos y más rentable que el modelo lineal.
Economía circular, qué es y para qué sirve
A diferencia de la compra, el renting es más sostenible porque el residuo que se genera, se gestiona en una segunda vida.
La economía circular es una necesidad, tanto de pequeñas como de medianas y grandes empresas, ya que es clave para la sostenibilidad ambiental. Y es los recursos son limitados; la Tierra tarda casi año y medio en regenerar lo que consumimos anualmente.
Tal como explica la ONU, la finalidad de la economía circular es “estimular el crecimiento económico sin comprometer el medio ambiente”.
¿Cómo ayuda la tecnología al desarrollo de economía circular?
Se calcula que 5.300 millones de teléfonos serán desechados en 2022, según datos del consorcio que agrupa a empresas que gestionan su reciclaje, WEEE Forum. Cifras como estas son las que llevan a la organización sin ánimo de lucro Ecoembes que gestiona el reciclaje de los residuos de ciudadanos, entidades públicas y empresas a asegurar que “somos pobres en recursos y ricos en residuos”.
Muchos de los dispositivos que se desechan contienen recursos importantes que podrían servir para la creación de turbinas eólicas, baterías de coches eléctricos, paneles solares, etc.
Solo en nuestros hogares hay una media de 74 equipos electrónicos. «La gente no se da cuenta de que estos artículos, aparentemente insignificantes tienen mucho valor, y juntos a nivel mundial representan volúmenes enormes», explica Pascal Leroy, director general de WEE Forum.
Afortunadamente, con la tecnología adecuada, la digitalización o la implementación de procesos eficientes podemos planificar más y reducir nuestro consumo.
Sistemas digitales de análisis, inteligencia artificial, Internet de las Cosas (IoT), blockchain o big data nos permiten calcular mejor en base a datos y minimizar el gasto de las empresas. Por ejemplo, en el caso de los cultivos agrícolas, la tecnología ayuda a que se produzca más con menos recursos. La cuestión es, ¿cómo dar el salto a la economía circular?
3 pasos para incorporar la economía circular en tu empresa
1. Contar con una buena gestión de residuos: es imprescindible para que una empresa se implique en la economía circular. Pensemos por un momento en toda la tecnología y equipamiento que hay en una empresa y la contaminación que podemos llegar a generar. De ahí la importancia de contar con servicios renove que ponen en práctica el lema de «reciclar está bien, pero mejor reutilizar». Se encargan de darle una segunda oportunidad a los activos y alargar su vida útil en el mercado de segunda mano.
2. Automatizar e intercambiar tecnología obsoleta: simplificar tareas con la automatización o sustituir tecnología antigua (de materiales más contaminantes) por nuevas tecnologías con menor impacto medioambiental nos llevará a reducir nuestra huella de carbono. Así como priorizar servicios, en vez de productos.
3. Disponer de un seguro multirriesgo: no tener asegurados los activos de empresa puede ocasionarnos gastos imprevistos y llevarnos a tomar decisiones precipitadas. Ante una reparación que no tenemos cubierta con la cobertura básica de fabricante, son demasiadas veces las que se opta por la compra de un nuevo dispositivo. En cambio, si contamos con un seguro de tecnología podemos sacar un mayor rendimiento del bien.
Los nuevos modelos de financiación de tecnología fomentan la economía circular
El Device as a Service (DaaS) o pago por uso, es un modelo de
financiación alternativa a la compra que consiste en el pago por uso de los activos y simplifica la gestión de equipos.
Facilitar la economía circular e inclinarse por servicios tecnológicos, en lugar de comprar tecnología cada dos por tres, además de prevenir daños irreversibles en el planeta, también ayuda a ahorrar energía. Y es que se genera un consumo más sostenible al usar la tecnología de forma recurrente generando muchos menos residuos.
En Iberent Technology, llevamos más de 15 años desarrollando soluciones de renting flexibles de equipos y tecnología para empresas y autónomos. Además, al tratarse de un renting, facilitamos la accesibilidad a tecnología más avanzada y eficiente en cada momento.